El rol del estado es un punto permanentemente de discusión y generador de una división y polarización de opiniones, se debate por ejemplo si el estado debe tener una mayor participación empresarial en aras de la tan reclamada justicia social y se pone en tela de juicio si una economía de mercado es justa y no es más bien la explicación de la falta de progreso económico en las familias peruanas.
Ambas posiciones cuentan con sus propios argumentos y es claro que el sector privado siempre podrá hacer mejor las cosas y aportar en el desarrollo social del país a través de iniciativas de responsabilidad social independientemente de ser un generador de empleos y recursos fiscales los cuales demostradamente han sido crecientes , por otro lado el estado, ha demostrado una ineficacia en abordar y resolver problemas básicos que afectan a todos los peruanos en materias de salud, educación e infraestructura a pesar de haber contado en los últimos 2o años con recursos fiscales como nunca en la historia del Perú, basta con mencionar que la recaudación creció los últimos 10 años por encima del 100% .
Tampoco podemos olvidar que solo la evidencia reciente nos ha mostrado como el estado puede causar daños serios para la salud económica del país , recordemos que rescatar a Petroperú de una cercana quiebra representó recursos fiscales de 2,000 millones de soles sin olvidar que la refinería de Talara un verdadero elefante blanco nos costó a todos los peruanos 6,000 millones de dólares, otro ejemplo lo constituyen los reiterados fracasos del ejecutivo en la adquisición de fertilizantes, fracasos que no solo han contribuido a los niveles de la inflación con el encarecimiento de productos básicos sino a una situación de inseguridad alimentaria para un país como el Perú cuyo consumo interno en un 80% depende de la agricultura familiar nacional.
Frente a este debate que genera tantos extremos de opinión, queremos aportar una mirada a hechos concretos que nos pueden llevar a reflexionar sobre un camino de desarrollo en base a la cooperación y al asumir con responsabilidad los roles establecidos por nuestro ordenamiento jurídico.
Se requiere un estado que ejecute recursos con eficiencia y desarrolle a cabalidad su rol subsidiario venciendo la incapacidad de décadas de proveer bienes y servicios elementales pero además un estado coordinador y colaborador con un sector privado quien sea el que provea empleos de calidad e inversión privada que permita mejorar la productividad y sostener el crecimiento económico continuo.
El país necesita a ambos actores asumiendo sus propios roles con responsabilidad y en cooperación.
El crecimiento y desarrollo de nuestro sector agroexportador representa un valioso ejemplo de lo que significa el valor de la cooperación y responsabilidad compartida en el éxito comercial y económico.
El Perú en 22 años ha logrado convertirse en potencia mundial agroexportadora, algunos de los logros son los siguientes:
Es el principal sector de exportaciones no tradicionales producto de una combinación de iniciativa privada, el rol promotor del estado y las ventajas competitivas del Perú.
Representa el éxito del impulso privado, el rol promotor y coordinador del estado, esta sinergia logra aprovechar la fortaleza competitiva peruana al contar con un país bendecido con condiciones naturales en su geografía y clima que permite una oferta variada de productos agrícolas.
Por una parte nuestro ordenamiento jurídico garantiza la libertad en la producción de bienes y servicios y el comercio exterior según se señala en el artículo 63 de nuestra constitución, asimismo, el estado tiene una misión constitucional contenida en el artículo 58 de nuestra carta magna como orientador del desarrollo del país y actor en la promoción del empleo.
El estado abrió la frontera agrícola interna a través de obras de irrigación pero además en su rol promotor abrió el mercado mundial a través de tratados de libre comercio, recordemos solo algunos de ellos como los acuerdos con EEUU (2006), China (2009) y Unión Europea (2012), el papel que jugó el Ministerio de Comercio Exterior fue clave al sostener una política Institucional desde la ley 27790 de Julio 2002 que establece como responsabilidad la promoción de exportaciones y negociaciones comerciales internacionales.
Por otro lado el papel del Servicio Nacional del Sanidad Agrícola – SENASA ha sido de gran impacto otorgando competitividad al sector, no solo ha cumplido un rol fiscalizador para otorgar los servicios de inspección, verificación y certificación sanitaria sino que su misión ha sido tomada sin sesgo político y en forma profesional con lo cual ha cooperado en forma directa en articular a los actores a lo largo de la cadena agroexportadora sumando a muchos pequeños productores, asimismo, ha logrado eficiencias récords en los tiempos de emisión de certificados y fortalecido sus labores de prevención, vigilancia y control de plagas, el conjunto de estas labores han logrado garantizar que las exportaciones peruanas cumplan con los estándares establecidos en el exterior lo que ha hecho real el acceso de cada vez un mayor número de productos agrícolas en el exterior y nuevos mercados , así por ejemplo solo en el 2022 logró el acceso de 10 productos nuevos a 10 destinos adicionales logrando atender cada año un número cercano a 30,000 solicitudes de inspección y certificación con presencia en todo el país.
El sector privado por su parte invirtió permanentemente en tecnología y en mejoras de productividad y desarrollo de más variedades que incrementen la canasta de oferta agrícola.
Hoy el Perú frente al mundo ofrece una canasta de productos conformada en un 80% por productos frescos con altas posibilidades de seguir creciendo considerando los cambios en hábitos de consumo por lo que hoy la demanda de estos productos en el exterior crece anualmente en cifras de 2 dígitos, a esto se suma las ventajas comparativas del Perú por su localización, clima y suelo, aunque existen muchas tareas aún pendientes, entre ellas integrar a un número cada vez más creciente de pequeños agricultores e inversión en infraestructura que les permita ganar competitividad los resultados valiosos son incuestionable y resaltantes.
El éxito del sector agroexportador demuestra la importancia del valor de la COOPERACIÓN, asimismo, que cuando el estado y el sector privado asumen con independencia y coordinación los roles que les competen con sentido de RESPONSABILIDAD, es posible alcanzar un verdadero COMPROMISO que sume al desarrollo del PERÚ.